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Fusil de asalto F.A.R.A 83 |
Descripción
La estética del F.A.R.A le emparentó en cierto modo con el FNC belga, el AR-70 de Beretta, o el Galil, entre algún otro fusil de asalto. En este sentido, el F.A.R.A consta de una palanca de montar el cierre ambidiestra ubicada por encima del cilindro de gas, en una posición semejante a la del CETME español o a la de la línea tradicional de H&K. Esta palanca no es solidaria al cerrojo, y a su vez carece de ayuda o empujador, un elemento necesario por si se llegase a producir un cierre incompleto en caso de suciedad extrema.
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STEYR AUG, F.A.R.A 83 y FAL |
En cuanto a su sistema de miras, el fusil cuenta con un guión protegido por túnel, mientras que el alza trasera es de tipo ortóptica, de tambor giratorio y graduada para 200 y 400 metros. Además, cuenta con un guión que permanece plegado sobre el cañón y un tercer diopter auxiliar de tritium para uso en condiciones de escasa visibilidad. Su cargador con capacidad para treinta cartuchos es de acero estampado y su retén se encuentra por delante del arco del guardamonte.
Construcción
El tipo de construcción del F.A.R.A es más bien la clásica de los fusiles de asalto tradicionales, donde la chapa de acero estampado ocupa un gran porcentaje de su estructura, como son el cajón de mecanismos y los cargadores. Todo ello comparándolo con las armas que usan aleación ligera, como el AR-15, o los últimos proyectos en los que los compuestos sintéticos están muy de moda, como las últimas creaciones de H&K. En cuanto a la disposición de sus piezas principales, el F.A.R.A apenas se aparta de la estructura tradicional: empuñadura de pistola y cargador por delante de ella, no configurado como Bull Pup, cajón de mecanismos de acero estampado, etc.
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Fusil argentino F.A.R.A 83 |
Tipo de cierre y funcionamiento
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Una vez seleccionado el modo de fuego y efectuado el primer disparo (caída del martillo sobre el percutor y golpe de éste en el iniciador del cartucho en recámara), los gases provocados por la deflagración de la pólvora se encargan de empujar el pistón y trasmitir al porta-cierre un corto desplazamiento hacia atrás. Este movimiento permite girar y desbloquear los tetones del cerrojo, y con la energía remanente del disparo el conjunto de acerrojado arrastra la vaina usada para ser eyectada por el expulsor o hacia fuera del cajón de mecanismos. En ese momento, el paso del cierre hacia atrás vuelve a montar el martillo percutor. Si quedan más cartuchos en el cargador se vuelve a repetir el proceso de carga, disparo y expulsión, mientras que si el cargador está vacío el cerrojo queda retrasado, anunciando el agotamiento de la carga.
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Cuchillo bayoneta del F.A.R.A |
Pruebas
Según informes oficiales, para pruebas de campo se entregaron unos cincuenta fusiles F.A.A 81 a unidades militares de Infantería Mecanizada, de Montaña, de Monte, Motorizada, Comandos, Paracaidista y Regimiento de Caballería en San Martín de Los Andes. Estas armas, elaboradas casi de forma artesanal, superaron con éxito las pruebas de campo. Después de pasar las pruebas, basadas en las normas STANAG de la OTAN, parece ser que surgieron pequeñas modificaciones que hicieron que finalmente el fusil adoptara la denominación oficial de F.A.R.A 83. En total, se produjeron 150 fusiles de pre serie destinados aparentemente a unidades de Comandos del Ejército argentino. En aquellas primeras pruebas sólo se mencionan ciertos problemas de alimentación, probablemente debidos a que los cargadores no habían sido manufacturados por la F.M.A.P “DM" (Fabricaciones Militares).
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Ficha técnica
Origen: Argentina. Rosario (provincia de Santa Fe)
Fabricante: F.M.A.P “DM" (Fábrica Militar de Armas Portátiles Domingo Matheu)
Tipo de arma: fusil de asalto
Calibre-cartucho: 5,56x45mm (.223 Remington) M-193 y SS-109 belga
Sistema de funcionamiento: por tomas de gases en un punto del cañón
Sistema de cierre: a cerrojo cerrado, bloqueo rotativo por tetones en la parte delantera del cierre.
Sistema de disparo: selectivo: seguro, tiro a tiro y ráfaga limitada a tres disparos. Palanca selectora de tiro ambidiestra.
Sistema de alimentación y capacidad de carga: cargador de petaca doble hilera curvo con capacidad para 30 cartuchos.
Longitud total aproximada: 1.000mm con culata extendida, 745mm con culata plegada
Peso aproximado: 3,85 kg (vacío)
Cañón: longitud 452mm, rayado convencional, seis estrías con paso de una vuelta en 229mm (velocidad en boca: 965 a 1.005 metros por segundo)
Cadencia teórica de tiro: 700 a 800 disparos por minuto
Cantidades producidas estimadas: inciertas, aunque se pretendía realizar un lote de por lo menos 1.000 ejemplares iniciales.
Comentario final
No deja de ser un halago para la industria argentina haber concretado un fusil de asalto de esta entidad. Por otra parte, tampoco deja de ser triste que un buen proyecto llevado a la práctica se pierda casi en el olvido por la falta de apoyo y presupuesto por causas que no van al caso mencionar. Para evitar este olvido forzoso es por lo que tratamos de dar a conocer estas armas, escribiendo este tipo de artículos. Sin embargo, todavía quedan versiones y datos inciertos relacionados con este fusil en todos los sentidos. Argentina podría haber contado con un muy interesante sustituto del F.A.L 7.62, aunque de un diseño tradicional se tratase. Sin embargo, hoy en día el F.A.R.A 83 descansa en los museos, al mismo tiempo que el anonimato y el silencio siguen siendo testeados por alguna fuerza que, en mucho menor grado que el deseado, sirve a mi nación argentina.
Es de agradecer que el FARA haya fracasado. Una vez más, la decisión de dotar a las FF.AA. con armas de infantería estuvo guiada por un afán político pronorteamericano y no por una racional y bien dirigida política militar y de defensa con prescindencia del tablero estratégico internacional en el cual ningún papel jugábamos. En su momento, comenté con varios oficiales encargados de logística y combatientes la ineptitud general del calibre .223 para el combate cercano y la innegable superioridad de la munición 7,62x39 del Pacto de Varsovia o, todavía mejor, el 7,62x45 checo (desarrollado para el fusil Vz.52) que, con razón, ha sido calificada como la mejor munición de guerra de todos los tiempos; la respuesta siempre fué (aún después de 1990) "no vamos a adoptar el calibre comunista...". Ya la etapa "liberal" de la Revolución de 1955 había decidido cambiar el calibre 7,65 argentino -muy sabia elección para su tiempo- por el de la NATO sin ninguna justificación y contra todas las reglas de una sana logística y una económica modernización, pues habiéndose comprado las patentes del FAL y la MAG, nada impedía mantener por lo menos el calibre aunque las vainas pudiesen ser más cortas. Véase los graves inconvenientes que causó al CETME y al G3 utilizar el .308, un calibre que jamás fue pensado para uso militar sino para la caza deportiva. Los yankis tuvieron que abandonarlo en Vietnam porque no servía... Pero negocios son negocios.
ResponderBorrarAhora, se iba a recaer en este tremendo error, mil veces aprendido en los campos de batalla -cuanto "corregido" en el cine y la novela anglosajones- pues el 5,56 NO ES un buen calibre de combate, y mucho menos urbano. Y en los ambientes rurales, el .308 es incomparablemente superior en alcance, potencia y puntería.
Así que la presente pobreza ha sido en definitiva la mejor solución: arreglar los viejos FAL para seguir con ellos adelante.